Nunca una victoria, en esta temporada, había levantado tantas pasiones como la del primer derbi regional de la temporada. Los de íñigo Idiákez arrancaban la segunda fase de la campaña y, con la victoria del Real Valladolid «B» en tierras gallegas, sumar los tres puntos en Salamanca resultaban cruciales.

No defraudaron los del Bernesga, aunque tentaron en determinados instantes del encuentro. Mario Sánchez se vistió de Mesías para guiar a los cazurros a la tierra prometida. Aunque, todo ello hay que señalarlo, no lo pusieron nada fácil los de Campo Charro. Rival aguerrido y campo complicado, los de León invitaron a sus aficionados a permitirles soñar, y que las limonadas que consuman hoy les sepan a oro líquido.

Todos los detalles del Reina Sofía

Cuatro antecedentes marcaban la previa del primer encuentro de la segunda fase. Con tres victorias y un empate en el balance histórico, la Cultural desembarcaba en Salamanca. Y con hambre y fiereza lo hizo. Ni el público había terminado de tomar asiento cuando Luque avisó del potencial leonés del norte. Y es que un disparo suyo, bien lejano en la distancia, obligó al meta local a intervenir por primera vez en el embite.

Sin embargo, el escenario era Salamanca, y ahí mandaban ellos. Unionistas demostró esa bravura berraca que le ha llevado a ser el mejor club de la provincia; con todo el permiso de la extinta UD Salamanca, por supuesto. Los blanquinegros mandaban en el escenario, pero los leoneses defendían su guarida con seguridad y solvencia.

Malas noticias llegaron del bando culturalista. Samu Araujo se despedía del estreno por lesión. Y era Mario Sánchez el elegido por el técnico vasco para suplirle. Un cambio, a la larga, que supondría una importantísima victoria.

Tras tímidas acometidas de ambos bandos en los primeros 45 minutos, la resurrección del león vendría nada más el colegiado indicó el inicio del segundo acto. Un pase magistral, de esos medidos a conciencia, de Héctor dejó a Mario Sánchez en una posición privilegiada para superar al meta y dibujar el 0-1 en lo alto del Reina Sofía. En esa fortaleza donde muchos antes habían dejado la vida, hoy los leoneses del norte derribaron las murallas.

El tanto no pareció asustar a los locales, los cuales tuvieron una falta muy peligrosa para reponer las tablas. Pero la ocasión se marchó lejos de la posición de Andoni Zubiaurre, ganador de la Copa del Rey. Los leoneses pudieron, también, aumentar ventajas. Pipo se vistió de Guti. Héctor Hernández de Benzemá. Tacón del primero al segundo como en Riazor. Pero, en esta ocasión, el Reina Sofía vio como el disparo se marchó fuera.

El paso de los minutos arrinconó a los guerreros del Bernesga a su retaguardia. Y subrayo, nuevamente por si no ha quedado claro, el ímpetu y soberbia de Unionistas. Si usted no ha podido ver el partido, remarco la importancia de haberse hecho con la victoria hoy. Los salmantinos tenían el cuero, y las ocasiones.

Un saque de esquina casi propicia el reparto de puntos. Pero ahí estaba el txuri urdín para evitarlo, haciendo muestras de campeón. Que vengan a criticarlo ahora. El toro embestía, pero el león no reculaba. Sin tiempo para más, los 90 minutos marcaron el final de un encuentro de infarto. Victoria vital, de esas que se recordarán en dos meses, para una Cultural que invita a sus aficionados a soñar con algo más que la categoría en la que están. Porque, como ya dijo un sabio una vez: «Me da igual jugar mal o bien, en este deporte lo importante es llevarse los tres puntos».