Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que la Z más famosa no era la que protagonizaban Mazinger y Afrodita. Tampoco lo era la marca que dejaba ese enmascarado apodado ‘El Zorro’. Hablar de la última letra del abecedario en el mundo del fútbol leonés es hablar del equipo que abanderó el nombre de Trobajo del Camino por todo el panorama nacional, ese de nombre Huracán y de apellido Z.

Desde su nacimiento en la década de los 50 aprovechando el tirón que en esa época comenzaba a tener el fútbol en el alfoz de la capital leonesa, el fútbol en Trobajo vestía de azul (salvo en los años que, queriendo dar temor al rival, adoptó los colores del Ajax de Cruyff) y respondía al grito de un municipio entero que, cada domingo, hacía del Parque de la Era, y posteriormente el Rafa Tejerina, una auténtica caldera.

Una trayectoria llena de gloriosas subidas y rápidas bajadas. Con momentos para tocar el cielo como la eliminatoria de ascenso a Segunda División B protagonizada en la temporada 2004/2005, y de su posterior descenso al infierno con su repentina desaparición diez años después.

Tras unos comienzos algo abruptos para la entidad trepalense, es sobre la década de los 70 cuando el Huracán Z comienza un torbellino en el fútbol leonés. «Hasta 1979, el equipo lo conformaba la cantera; en especial el equipo juvenil, que llegó a jugar algunos partidos más importantes en San Mamés y el Antonio Amilivia», destacaba el historiador Rodrigo Ferrer. Es, precisamente, abriendo la década de los 80 cuando el club se traslada a Trobajo y se forma el equipo absoluto.

Una etapa, ya en el mítico Parque de La Era del municipio trepalense, en la que el Huracán comienza a soldar un nombre reconocido en la Regional Preferente. Sin embargo, y cual montaña rusa, una profunda crisis en el principio de los 90 hace que el club perviva durante tres temporadas con la sección Infantil. «Fue una verdadera lástima, porque la temporada antes de que el primer equipo desapareciera habíamos estado al borde de subir a Tercera», recordaba el futbolista con más partidos en el club azul, José Luis Alcedo.

Una ‘pausa’ que continuaría en 1996 y su posterior reconstrucción desde la base; algo totalmente «improvisado» para Alcedo. «Yo estaba jugando en otro equipo, y cuando supe que volvía el Huracán no me lo pensé. No fue difícil que la gente volviera a engancharse al equipo en los siguientes años», recordaba el guardameta. Una seña de identidad que acompañaría a los trepalenses durante todo su ciclo vital, y cómo «el bar del estadio eran todos» en las previas de los encuentros.

Tras varias temporadas en una Regional Preferente que, cuenta José Luis Alcedo, «en algunas ocasiones, en especial los partidos en El Bierzo, era como ir a la guerra; como en un partido que fue pitar el final, coger las cosas del vestuario y, todavía con barro en las botas, montar en el autobús» en el año 2004 se consigue el ansiado ascenso a Tercera División.

Una alegría que vivieron, entre todos los jugadores de la gran base que entonces formaban el equipo de La Era, un joven Raúl Vallejo (ahora en las filas del Zamora, en Segunda Federación) que no olvidará «el hecho de ver a tus ídolos del primer equipo y, unos años después, compartir vestuario con ellos». Y es que, para esas fechas, la entidad trepalense gozaba de una economía bien saneada y de hasta dos equipos en cada categoría; incluyendo un filial en Segunda Provincial.

Con el ascenso llegó la construcción del que a día de hoy se conoce como el Rafa Tejerina. Una decisión que «no gustó a muchos, al destruir un símbolo de Trobajo como lo era el Parque de La Era», matizaba Vallejo, pero con un gran futuro por vivir. Como la fase de ascenso a Segunda División B que, en la temporada 2004/2005, puso el corazón de todo Trobajo en un puño.

«No nos lo podíamos creer. El día del partido contra el Universidad de Oviedo aquello fue un auténtico hervidero. Finalmente no pudimos con los rivales, pero los recuerdos y amigos que me llevo de aquella experiencia son únicos e imborrables», recordaba el ex, entre otros, de Cultural y Sporting de Gijón, Luis Ballesteros. Tras otras tantas campañas haciendo un gran papel en Tercera, la llama y parte del espíritu del club se apagó un 24 de mayo de 2009.

Con el fallecimiento del que fuera el presidente de la etapa más esplendorosa del club, Rafa Tejerina, el equipo atravesaría su última crisis económica, agravada por los problemas institucionales del Ayuntamiento del municipio leonés. Unos últimos años que no supusieron, no obstante, el final de imágenes inéditas, como la del Huracán enfrentándose a toda una Cultural Leonesa que, en 2011, militaba en Tercera División.

«Ese partido fue espectacular. El campo se llenó entero, incluso tuvieron que cerrar las calles para colocar gradas supletorias para la afición de la Cultural; hasta los periodistas tuvieron que cubrir el partido desde el tejado de los vestuarios», destacaba su entrenador en aquella etapa, Carlos Valiño, Una campaña que finalizaría con el triste recuerdo de la marcha de media plantilla tras los impagos y el cese del míster después de apoyar la queja de los jugadores; algo de lo que Valiño «no se arrepiente».

Tras 59 años de historia grabando a fuego el nombre de Trobajo del Camino por los campos nacionales, el Huracán Z dio su último soplo en el año 2014. Y es que la historia del municipio trepalense estaría inacabada sin ese equipo que, domingo tras domingo y semana tras semana, reunía a un pueblo entero por un mismo fin. El Huracán se fue. Su estela será imborrable.